Los cambios que se están dando, en estos inicios de siglo, en la educación superior no tan solo vienen desde las directrices marcadas por la política educativa, sino también por las repercusiones de la globalización y las tecnologías de la información y comunicación. El acceso a información a medida que avanza la expansión de internet, así como los instrumentos de acceso como es ya el caso de la mayoría de teléfonos, supone que el conocimiento sin intermediación del docente está al alcance de gran parte del alumnado en el contexto iberoamericano.
Las redes sociales van consolidando nuevo modelos de acceder, comunicar y generar conocimiento, pero todo ello salvo alguna excepción se da al margen de las instituciones educativas y en la mayoría de casos el alumnado supera al profesorado en el uso y gestión de tecnología lo cual provoca cierto desfase y una falta de conocimiento desde la docencia sobre cómo incluir y participar en el uso de aplicaciones, redes y otros recursos.
El sector empresarial hace uso de la tecnología para mejorar la rentabilidad de los negocios, así mismo lentamente las administraciones públicas van generando una serie de aplicaciones que permitan que las relaciones con la sociedad y proveedores puedan ser vía internet. Tanto las campañas publicitarias como estudios de mercado tienen en internet su mejor proveedor de datos sobre intereses de personas, ello es tan eficiente como las movilizaciones sociales ligadas a redes sociales, un potente medio para gestionar sentimientos si recordamos que una imagen vale más que mil palabras y que mediante internet en una hora llega a millones de personas en diferentes puntos del planeta.¿Qué hacer ante ello? Sin duda una alternativa puede ser que, desde los órganos de gestión de las instituciones de educación superior, se facilite y promueva la colaboratividad y uso de redes y aplicaciones de tecnológicas para promover una formación que contemple las nuevas circunstancias. Todo un reto que asumir, dado que alumnado con mucho conocimiento pero sin habilidades para comunicar y generar proyectos colaborativos puede ver disminuidas sus posibilidades.
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