Mientras que los efectos de una economía global son perceptibles en lo cotidiano, basta indagar sobre el lugar de procedencia de gran parte de productos que se pueden adquirir en mercados, parece habitual que en las Universidades se esté centrando la Responsabilidad Social desde el análisis en su ámbito regional o máxime nacional, cuando el impacto que puede tener la gente formada en ellas puede trascender al ámbito global de forma activa, o pasiva como consumidores de productos.
Mientras las Escuelas de Negocios y facultades de Económicas y empresariales abordan en su formación los efectos de una economía global, la mayor parte de estudios no dedican materias a analizar el papel de la persona licenciada en el contexto global, y ello puede ser debido a que en muy pocos años se ha producido un cambio con la inclusión de la tecnologías de la información y comunicación, no previsto por los actuales docentes y gestores.
Sería por ello sumamente recomendable que las Universidades empiecen a integrar entre sus juntas de gobierno a personas asesoras con bagaje internacional, o de otros países, para integrar transversalmente la responsabilidad social de la comunidad universitaria, desde la perspectiva internacional, que a fin de cuentas es la que encara el personal docente e investigador, y la que se encontrará la persona licenciada en un mercado laboral global.
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